Algunas disciplinas fotográficas parece que se resisten más que otras. Unas por pereza, otras por equipo, otras por desconocimiento y otras porque tenemos la sensación de que nos quedan “grandes”. Una de ellas es la arquitectura.
Sin embargo, la experiencia también nos dice que con ganas y algunos consejos todo se puede emprender.
¿Qué es la fotografía de arquitectura?
Antes que nada, mejor definir conceptos, para que queden bien claros y sepamos de qué hablamos. La fotografía de arquitectura se encarga de capturar los elementos y espacios creados por el hombre. Incluye tanto el exterior de los edificios como el interior o los detalles que convierten esa obra en única.
Salidas de la fotografía arquitectónica
La fotografía se puede realizar por amor al arte o como medio de ganarse la vida. Si lo que tienes en mente va más con lo primero, puedes saltar al siguiente párrafo. En cambio, si buscas nuevas oportunidades laborales dentro de la fotografía, te estás reinventando, o necesitas ampliar tu negocio, tal vez te interese conocer posiblessalidas de este tipo de fotografía:
- Documentar un proyecto construido para el propio archivo del arquitecto o del estudio de arquitectura que lo proyectó.
- Publicaciones en libros, web o revistas, de arquitectura, decoración, etcétera
- Publicidad de empresas de construcción, hoteles, restaurantes, inmobiliarias
- Dinamización del turismo
Material
Una de las primeras preguntas que te vendrán a la mente será “¿qué necesito?”. Si bien no es necesario un gran equipo como en otras disciplinas fotográficas, he de decirte que deberías tener algunas consideraciones y que cierto material, si no es imprescindible, sí te será de gran ayuda.
También has de tener en cuenta cuál es el fin de la fotografía, si es a nivel artístico, si para practicar y disfrutar o si es para una publicación o una venta. Pues en este último caso, las expectativas de los clientes pueden llegar a ser incluso más altas que las tuyas ? .
Trípode
Se puede hacer fotografía de arquitectura sin él. Aunque te recomiendo que lo incluyas (uno con rótula de bola) en el equipo ideal para las fotografías de interiores y para aquellos casos en los que las condiciones de luz son más pobres, como por ejemplo, un atardecer, hora azul, etcétera. También te puede servir a la hora de capturar el movimiento alrededor.
Objetivo
Quizá sea en esta parte del equipo en la que te toque poner más atención. Para fotografiar un edificio, principalmente por sus dimensiones, tendrás que hacer uso de ópticas gran angular, pero ojo, que no sean muy extremas porque es importante evitar las distorsiones.
Lo ideal sería que utilizaras un objetivo descentrable, aunque por su precio, es algo a considerar cuando la cosa va en serio. Para probar, practicar, disfrutar, etcétera, en principio no es necesario. Lo importante es que evites distorsiones manteniendo tu cámara recta y paralela al plano focal.
También puedes probar con otro tipo de objetivos más estandar para capturar detalles, texturas, etcétera, o teleobjetivos, cuando quieras lograr algún efecto de compresión entre la obra y el entorno. Pues con estos objetivos se pierde mucha profundidad y los distintos planos parecen estar juntos.
Nivel de burbuja
Es algo baratísimo que, sin embargo, te puede ayudar a que las líneas no se caigan. Ayúdate de un nivel de burbuja para asegurarte de que la cámara está completamente recta en los distintos planos.
Flash externo para interiores
Si bien en exteriores no te sirve para nada, en interiores, bien utilizado, te puede sacar de más de un apuro. No siempre contarás con grandes ventanales a plena luz del día.
Filtro polarizador
Otro accesorio que te vendrá como anillo al dedo en determinadas ocasiones es un filtro polarizador. ¿Y cuáles son esas ocasiones? Por ejemplo a la hora de evitar reflejos en cristales, cuando quieras contrastar nubes o a la hora de saturar los cielos que rodean tu edificio protagonista. Si quieres saber un poco más de filtros, puedes profundizar aquí.
Disparador remoto
A la hora de realizar largas exposiciones un disparador remoto evitará trepidaciones por el disparo (en su defecto puedes tirar del temporizador de tu cámara, pero es algo incómodo para disparar muchas veces).
Procesado
Si bien lo ideal es utilizar un objetivo descentrable para que las líneas no se caigan, no siempre es posible. Tampoco lo es evitar estas líneas torcidas si no puedes cambiar tu punto de vista, pues por mucho que pongas tu cámara en el ángulo correcto, parte del edificio que quieres incluir igual se queda fuera. Por eso tienes la opción de corregir líneas con un programa de edición, ahora bien, evítalo siempre que puedas pues nunca será lo mismo, se recortará la foto, se tendrá que rellenar información, etcétera.
Por otro lado, no sólo las líneas requieren procesado, la iluminación, que es un factor clave también requerirá de ciertos ajustes. Especialmente si ha distintas luces ambiente con temperaturas diferentes. Un buen ajuste del balance de blancos será imprescindible. Para un mejor resultado, dispara en RAW.
Por último, cuando edites una fotografía de arquitectura, procura que se asemeje lo más posible a la realidad, las fotografías demasiado artificiales pierden interés.
El alma del edificio
Infórmate sobre el edificio, cuál es su historia, qué intenciones tenía el arquitecto, si puedes contactar con él o con ella para que te hable sobre la esencia de su obra. Por mucho que sea un elemento estático y supuestamente inanimado, tiene alma. Ha sido creado por una persona que ha puesto sueños, ilusiones, deseos, esfuerzo y mucho mimo en él. Si consigues capturar aunque sea una mínima parte de su esencia, tendrás un gran recorrido ganado.
Qué quieres contar
Al hilo de lo anterior, una vez que conozcas la personalidad del edificio, piensa qué quieres contar de él. En base a ello puedes tomar un tipo de fotografía u otro. Puedes utilizar un tipo de luz u otra, incluir movimiento alrededor o personas para mostrar su escala. Lo que quieres contar lo decides tú según la obra y tus intereses (o del cliente), pero sea lo que sea, intenta tenerlo más o menos claro antes de plantarte delante del edificio u obra arquitectónica.
Entorno
Me viene a la cabeza la frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancia”, pues podríamos decir que algo así le ocurre a un edificio, en este caso es él y su entorno. Una obra de arquitectura no suele estar aislada, convive con otros edificios, con otros espacios arquitectónicos o naturales. Esa convivencia a veces es casual, otras está gestionada de forma muy incompetente (especialmente en ciertas décadas pasadas donde se realizaron muchos “crímenes” arquitectónicos en este país (España)). Aunque eso es otro tema. Y otras veces, esa relación está estudiada, cuidada y mimada. Párate a pensar sobre ello, observa, si puedes infórmate cuando investigues sobre la obra en sí y tenlo en cuenta a la hora de hacer tus fotografías. Pero nunca te olvides del entorno.
Interior
Si crees que de un edificio o una obra arquitectónica sólo importa el exterior, te vendrá bien saber que no es así. Por el contrario, un profesional de la arquitectura mima tanto el interior como el exterior, cómo y dónde incide la luz, los espacios, las orientaciones, los detalles, etcétera. Recuerda que a la hora de disparar tendrás que usar el trípode y si hay luz ambiente o artificial, vigila el balance de blancos.
Las claves en fotografía de arquitectura
En fotografía existen dos elementos clave, que si bien lo son en fotografía en general, aquí tienen una especial importancia. Hablo de luz y composición.
1. Luz
Por algo afirmaba el gran arquitecto Le Corbusier:
La arquitectura es el encuentro de la luz con la forma.
En la fotografía la luz es importante (además de necesaria), en arquitectura también lo es. Cuando un profesional proyecta un edificio, lo hace teniendo presente la luz en todo momento, pues es la que le ayuda, entre otros aspectos a dar forma a los espacios y crear volúmenes. Se tiene muy en cuenta tanto la luz del día y sus cambios, como la forma de iluminar artificialmente los espacios. Todo esto afecta a la manera en la que se percibe el edificio, tanto por fuera como por dentro. E incluso influye en el estado de ánimo de quien lo habita o visita.
Por ello, es muy importante que observes la luz y cómo convive con la obra antes de planificar tu sesión. Te conviene conocer qué luz le favorece más, cuál es más adecuada para contar lo que te has propuesto transmitir con tu fotografía.
Algunos trucos:
- Salvo para buscar contraluces, lo ideal es que la luz del sol quede detrás de nosotros o como máximo a 45º a nuestra izquierda o derecha.
- La luz dura cenital destaca las texturas de las paredes.
- Los exteriores quedan muy bien con la luz cálida y suave del atardecer o amanecer.
- La hora azul es un gran momento para combinar el azul del cielo con el amarillo de luces artificiales de las casas o las farolas.
2. Composición
Tal vez una fotografía que transmita una fuerte emoción puede ser perdonada si la composición no es muy buena. En fotografía de arquitectura no te ocurrirá. Si no pones especial atención en la composición, de nada te servirá haber encontrado la luz perfecta. Cuida las líneas, estudia las distintas perspectivas, mantén el equilibrio visual y sácale el máximo partido al punto de fuga.
Otro recurso que puedes utilizar en tus fotografías es el factor humano. Incluir personas dentro del encuadre te ayudará a mostrar la escala. Por otro lado, si los fines son, por ejemplo, publicidad inmobiliaria, este recurso te aportará un añadido emocional.
¿Problemas más comunes en fotografía de arquitectura?
Los principales problemas con los que te encontrarás serán:
1. Luz
En interiores y tras la caída del sol te encontrarás con el problema de falta de luz. ¿Soluciones? Por un lado, el uso del trípode, por otro, el flash externo que te indicaba para fotografiar interiores o determinadas zonas de exterior. Eso sí, procura que, salvo para un efecto concreto, la luz esté rebotada o difuminada. Un flashazo nunca será una buena solución. Ojo también con el balance de blancos.
Por otro lado, tendrás que adaptarte a la luz ambiente en exteriores. Será tu conocimiento de los distintos tipos de luz, saber cuál es más óptima para lo que quieras contar, lo que te ayudará a solventarlo. Puedes perseguir la luz que mejor te convenga, esperarla o incluso adaptarte a ella si no queda otra. Antes te he dejado algunos trucos, no los olvides ? .
2. Falta de espacio
Con esto me refiero a que, en algunas ocasiones te encontrarás con la imposibilidad de encuadrar toda la obra por falta de espacio para moverte. Muchas veces estos edificios están, a su vez, rodeados de otros. A ti te gustaría poder alejarte, incluir el entorno, etcétera. Sin embargo, las limitaciones están ahí. En este caso, la solución pasa por el equipo o incluso tu ingenio para capturar otras perspectivas, abstraer o capturar detalles.
Texturas, geometrías y detalles
El todo siempre es la suma de sus partes, por lo que a la hora de fotografiar cualquier obra arquitectónica, recréate en los pequeños detalles, en las visibles geometrías, en las texturas, etcétera. Con ellas podrás incluso crear imágenes abstractas. Una vez más, un buen manejo de la luz y la composición te ayudarán en esta tarea.
Blanco y negro
Existen muchas razones para disparar en blanco y negro. Hoy te voy a dejar unas cuantas relacionadas con esta disciplina fotográfica, para que no te olvides de la escala de grises:
- Potencia las composiciones basadas en líneas
- Refuerza las texturas
- Elimina distracciones de color
- Es atemporal