La sensibilidad ISO es uno de los tres factores más importantes que influyen directamente en una fotografía junto con la velocidad de obturación y el diafragma. Estos tres factores se conocen como “triángulo de exposición”, ya que modificando uno u otro conseguirás la exposición que necesitas para cada imagen.
Tal vez el 90% de las fotos que hagas estén hechas con ISO 100 o con la sensibilidad en automático, pero hoy verás cómo te puede ayudar esta opción de tu cámara y de qué forma utilizarla.
Comprender la sensibilidad ISO es básico para aprender a manejar la cámara en manual o entender cómo afectan sus valores a la imagen final, se podría decir que es el factor que menos se comprende y que más erróneamente se usa.
¿Cómo influye la sensibilidad ISO?
Me gustaría que tuvieras presente una fotografía en tu cabeza durante todo el artículo ¿ya?
Ahora céntrate en su luz, para conseguir esa luz ya sea manualmente o con la cámara en modo automático, se han tenido que ajustar tres parámetros: Velocidad de obturación, apertura de diafragma y sensibilidad ISO.
Hagamos un repaso rápido:
Con la velocidad de obturación indicas el tiempo exacto en el que dejarás que pase la luz hasta el sensor, con el diafragma ajustas el ancho de “la ventana” por la que entrará la luz (además de la profundidad de campo) y con la sensibilidad ISO aumentas o reduces la sensibilidad del sensor para captar la luz, es decir, si configuras una sensibilidad ISO de 800 tu cámara será más sensible a la luz, captará mucha más luz que un ISO 100 con la misma velocidad y diafragma.
Los valores ISO se ajustan en 100, 200, 400, 800, etc, conforme aumenta el valor se necesita menos luz para conseguir la exposición que necesitas manteniendo el mismo diafragma y velocidad. En algunas cámaras se permite ajustarlo de forma más precisa, 50, 250, 640, etc.
¿Cómo funcionan los valores ISO en fotografía?
Te pondré el ejemplo típico con el que se suele entender rápidamente.
Imagina que quiero hacer una fotografía con diafragma f/8, para conseguir la “exposición correcta” necesito dejar pasar una determinada cantidad de luz al sensor durante un tiempo determinado (velocidad de obturación).
Ahora te pido que exprimas aún más la imaginación e imagines que esa exposición correcta es un vaso lleno de agua hasta arriba, siendo el agua la luz y el diafragma el caudal del grifo (que mantendremos a f/8 todo el ejemplo). Recuerda, cuando termine de llenar el vaso la foto estará expuesta.
Con ISO 100 (poca sensibilidad) dispongo de un recipiente muy grande que tardará más tiempo en llenarse, es decir una velocidad de obturación lenta por ejemplo 4 segundos y con ISO 200 (más sensibilidad) tengo un recipiente más pequeño que necesitará menos tiempo para llenarse y conseguir la exposición deseada, en este caso la mitad, 2 segundos. Si aumentamos a ISO 400, necesitamos la mitad de tiempo que a ISO 200, 1 segundo y así sucesivamente. Cada paso de ISO es la mitad o el doble de tiempo que el anterior según reduzcas o aumentes el número ISO.
¿Qué consigues con la sensibilidad ISO?
Si aumentando o reduciendo el número ISO haces que la cámara sea más o menos sensible a la luz, podrás capturar muchas más situaciones que antes de entender cómo funcionaba, por ejemplo:
- Escenas con poca luz en las que si ajustas una velocidad de obturación muy larga, la foto puede aparecer movida o trepidada. Hay situaciones en las que incluso abriendo el diafragma a f/2.8 (aumentando el ancho de la ventana por la que entra la luz) no es suficiente, necesitamos más luz. Es en esos momentos cuando ajustar una sensibilidad ISO más alta nos permite mantener valores de velocidad de obturación y diafragma “correctos” para que la foto salga enfocada y nítida o con la profundidad de campo deseada.
- Movimientos muy rápidos. Imagina que estás fotografiando una carrera de coches y no eres capaz de congelar el movimiento de lo rápido que pasan los coches. Ajustas tu velocidad de obturación lo más rápida posible y abres el diafragma al máximo, ahora resulta que la foto queda oscura porque no pasa suficiente luz al ser una velocidad muy rápida. Lo que realmente necesitas es aumentar la sensibilidad ISO para hacer más sensible el sensor a la luz y poder disparar a velocidades de obturación tan rápidas sin que la foto aparezca oscura.
- Fotografía nocturna. Es una de las modalidades fotográficas en las que más “jugarás” con el valor de la ISO. Aumentar la sensibilidad a la hora de fotografiar estrellas hará que captes muchas más y aún más importante, que no aparezcan en forma de trazas debido a exposiciones muy largas. Échale un vistazo al artículo sobre cómo fotografiar estrellas para profundizar más.
- Conseguir una profundidad de campo. Tal vez necesites disparar a una determinada apertura de diafragma para que aparezca todo enfocado o conseguir un fondo desenfocado. Una vez más aumentando la velocidad de obturación mientras cierras el diafragma compensará la reducción de luz. Si reduces el ancho de la ventana por la que entrará la luz, tendrás que hacer tu cámara más sensible a la luz para compensar ¿fácil verdad?
Visto en: 365enfoques.com