[vc_row][vc_column][vc_column_text]El otoño es una de las épocas más bonitas para casarse. Aunque es cierto que la climatología no es la mejor y que pueden asaltarnos diferentes sorpresas desagradables, los colores, las ambientaciones y los espacios escogidos ofrecen muchas posibilidades. A nivel decorativo puede mejorar mucho cualquier boda y, dentro del aspecto económico, también está lleno de ventajas al ubicarse en temporada baja. A partir de aquí, puedes hacer de todo para conseguir una boda bella y asequible. ¡Sigue estos cinco pasos!
1. Aprovechar la naturalidad de la estación
¿Qué es lo mejor del otoño? Ya te lo hemos dicho: los colores. Porque, aunque se caigan las hojas de los árboles, antes se tornan en diferentes tonalidades que combinan en un lienzo impresionista maravilloso. Hablamos del verde, del rojo, del amarillo y del marrón, que juegan con su versión más bucólica para regalar estampas de fantasía. Por ello, las bodas al aire libre no están descartadas, así como los espacios que dejan ver el exterior y ese festival de colores que generan un ambiente cálido y romántico. En este sentido, los bosques, las praderas, los parques, las playas y los jardines son ubicaciones geniales, más si incluyen una buena colección de especies naturales que generen un ambiente salvaje.
Al mismo tiempo, el otoño deja hojas en el suelo, ambientes más secos, parajes repletos de misterio y olores únicos. La estación en sí es un joya del universo millennial, pues la generación está extendiendo las posibilidades del mundo aprovechando ambientes y situaciones diferentes a los de sus padres, tales como el otoño. La humedad, la madera y la naturaleza alimentan sensaciones que trasladan a los espacios que apuestan por la naturaleza en las bodas, generando un compendio que rezuma arte y originalidad. En esos lugares, las bodas son un cuento que nos recuerda a las primeras películas de Disney ubicadas en el bosque. ¿Por qué no sentir toda esa magia?
2. Contratar un espacio con historia
Para este gran día y en esta época del año tan especial, te mereces conseguir un lugar para la ceremonia y la celebración acorde a la estación y al estilo de la boda. Necesitas un espacio diferente y con personalidad, un enclave único que deje con la boca abierta a todos tus invitados. Y, ya que el otoño asoma, mejor que este espacio beba de su manantial de posibilidades. Así, lo mejor sería un lugar cercano a la naturaleza o en pleno entorno natural, como un antiguo convento, un castillo, una casa rural, un caserío, una masía o una barraca. Estos lugares despiden tradición y suelen enmarcarse en espacios rurales en los que aprovechar la magia del entorno.
3. Elegir un estilo
Pero el otoño no implica que una boda tenga que ser puramente otoñal. Lo que sí es cierto es que es, dentro de la estación, hay estilos que concuerdan más que otros.
Como ya hemos dicho, el “rollo” campestre se lleva y triunfa en todas las épocas del año, sobre todo en épocas más románticas y misteriosas como el otoño. Así, no está de más la contratación de espacios acordes con esta filosofía, ya sean construcciones nuevas de tinta rural o viejas fincas reformadas. En el entorno, dispuestos de manera natural o artificial, aperos de labranza, bicicletas, cajas y palés, plantas, hojarasca, flores secas, regaderas…
Sin embargo, para 2018 y los próximos años, el estilo boho chic dejará paso al boho folk, una tendencia que bebe de la tradición y la informalidad, de la naturaleza, del concepto hippie y bohemio y del disfrute de la vida. Del carpe diem, vaya. Es un estilo muy millennial que hemos visto en el cine y en la música, y que, cómo no, se traslada a las bodas con colores cálidos, diferentes texturas, estampados étnicos, decoración vintage y referente a la aventura (caravanas, tiendas de campaña…) y plantas como los cactus. Y, como guinda del pastel, bandas de música en sustitución de DJ’s con ritmos rápidos y acústicos. Todo ello crea una armonía de hermandad total.
Otro de las estilos más recurrentes de esta estación, típico también en invierno, es el industrial. La ambientación de los espacios abandonados incluye el mismo aire mortecino e interesante del otoño, por lo que es una excelente opción. Los más habituales son las fábricas abandonadas, almacenes o bodegas, casi todas ellas sometidas al desgaste del tiempo y al abandono que, al mismo tiempo, les permite ubicarse en espacios perdidos y bastante naturales. Con la ayuda de las wedding planners y algunos espacios especializados, estos lugares se han convertido en referente de la cultura y en la organización de eventos, tales como las bodas.
4. Utilizar complementos de corte otoñal
Una boda de otoño suele tener como temática la propia estación, siempre y cuando la naturaleza tenga un papel importante. Por ello, los complementos y elementos decorativos tienen que tener relación con esta época del año, ya sean naturales o artificiales.
Para ello, el uso de pétalos de flores, ramitas de árboles, troncos, cortezas y frutos secos es muy común diseminado por pasillos, mesas, bandejas y platos, incrementando ese ambiente otoñal. Y es que, en este otoño, la comunión con la naturaleza será mucho más fuerte que en años anteriores. Las flores y las plantas tienen una importante especial y comulgan con los colores y productos de la estación.
En las mesas del banquete, apuesta por telas satinadas como la seda o la organza, o el terciopelo, que sirvan como base en la decoración de estas superficies. En ocre, el contraste será mayor con las hojas secas y los elementos en madera. Además, estas telas, con pequeños brillos, combinan de una manera acertada con el carácter rústico del resto de elementos, consiguiendo una sintonía de muchos quilates.
El otoño es una estación en la que disfrutamos de largos paseos con las primeras prendas de abrigo, pero también del calor que se genera en casa y los planes alrededor de la chimenea. Este concepto hogareño llega hasta la decoración de la boda, con muebles envejecidos por doquier, de diferentes colores, con toques vintage y acompañando lámparas, velas, flores y elementos decorativos de apariencia retro.
Por otro lado, en una boda de otoño destaca la inyección de un aire campestre muy especial. Así, no es difícil encontrar objetos propios del medio rural instalados dentro del buen gusto y como complemento decorativo al concepto otoñal que hemos desarrollado hasta este momento.
En este 2018, las bodas de otoño tienen un elemento sorpresa que se ha puesto de moda. Haciendo honor al gusto por la naturaleza en las bodas de hoy en día, empiezan a pisar fuerte el uso de minerales y geodas (cavidades rocosas de donde se extraen el ágata y el Cuarzo). ¡Sí, como lo lees! Sirven para decorar mesas, el seating plan y otros espacios donde no desentonen.
5. Incluir detalles imprescindibles
Hablando de un estilo general dentro de las bodas otoñales, hay mobiliario y pequeños detalles que son perfectos para una época como el otoño. Y, en 2018, lo formal ha dejado paso a lo ecléctico, al contraste y al desorden.
Los colores son realmente importantes y deben combinar a la perfección con los que ofrecen la naturaleza y los espacios. Porque elegir una tonalidad reina o varias complementarias se ha convertido en un asunto primordial dentro de la decoración de la boda. En esta ocasión, te ofrecemos el plateado, el dorado y el rosa como mejores opciones para este año.
En cuanto al mobiliario, destacan las mesas de madera envejecidas en diferentes colores con manteles en tonos pastel, caminos o, incluso, sin nada que cubra la superficie, algo cada vez más habitual en las bodas al aire libre o en espacios que así lo inspiren. Las sillas son variadas e incluso inconexas, atendiendo a diferentes estilos, colores y decoraciones como ocurre en muchos locales de ocio actuales.
Incluye detalles variados como minutas en saquitos, recipientes con popurrí de flores secas e incluso córners de dulces que inspiren una temática otoñal. En cuando a este último, los rincones están cada vez más trabajados y utilizan elementos que pueden servir para la decoración, como objetos antiguos o alimentos de colores llamativos. Para este época, el chocolate caliente tiene un papel preponderante a nivel gastronómico y decorativo, y acompañado de otros dulces como churros, galletas o tartas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][vc_column_text]Visto en: Zankyou[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]