Hay quien quiere casarse y no lo hace porque no puede. Parejas cuyas cuentas corrientes no pueden soportar el gasto medio de 12.590 euros que cuesta una boda en España (datos de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes, FUCI), y que oscila entre el carísimo Madrid (16.275 euros), y el más barato caso de Canarias (9.880 euros). Y nadie piensa que esos 6.000 euros de diferencia entre una y otra Comunidad lleven implícito que haya bodas de primera y de segunda. La lectura es más bien que se puede ahorrar y, de hecho, ya se está haciendo.
Pero ¿en qué se puede gastar menos sin deslucir? Lo cierto es que en muchos detalles. En cada partida se pueden recortar gastos. Por ejemplo, el ramo saldrá más barato si se eligen flores de temporada, mientras que para las invitaciones se puede recurrir al DIY (do it yourself) y que sean los propios novios los que se animen a confeccionarlas.
La wedding planner y decoradora Cristina Nec, propietaria de la empresa Essential Events, decidió abrir la división ‘Bodas low cost’ en su empresa porque, como conocedora del sector, sabe que las cosas se pueden hacer de forma más económica y, al mismo tiempo, ofrecer una celebración nupcial diferente y sin merma de la calidad. Entre sus secretos, por ejemplo, huir de los hoteles y grandes salones de boda, “donde ellos se llevan la comisión y te imponen el jamón o te cobran 3.000 euros por el servicio de floristería”.
Nec explica que otro de sus recursos para economizar es tan sencillo como elegir la fecha fuera de la temporada alta de bodas, que va de abril a principios de octubre. Casarse en diciembre o hacerlo un viernes en vez de un sábado puede suponer un ahorro del 40 por ciento a los novios en algunos espacios.
Su apuesta son los lugares distintos y con encanto, como casas rurales,“donde el precio incluye que se pueden quedar a dormir y se ahorran esa noche de hotel, tanto los novios como los invitados”, o espacios como una barraca ubicada en un parque natural, donde el menú, elaborado con productos de lonja, no sube de 60 euros por persona.
Los españoles se gastaban en 2005 alrededor de 25.054 euros en casarse, lo que viene a ser el doble que en la actualidad. Cosas de la crisis. “Los mayores recortes se producen en los detalles y complementos y, sobre todo, en el banquete que sigue siendo la partida cuyo coste es más elevado”, dice Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, quien anima a que la búsqueda de un precio inferior “no haga que los novios se conformen con una rebaja de la calidad”, sino más bien que aprovechen la fuerte competencia entre empresas en su propio provecho.
Visto en ElPais.